APOYO ESCOLAR PARA LA NIÑEZ

Estas imágenes no solo muestran computadoras: muestran puertas abiertas al conocimiento, al juego creativo, a la dignidad. Son herramientas que pronto estarán al servicio de niñas y niños que no tienen un espacio propio para hacer sus tareas, estudiar o simplemente imaginar.

Estamos dando los últimos pasos para habitar este nuevo rincón solidario. Aún faltan algunos detalles —una mesa, una cortina, un gesto más de cariño— pero el espíritu ya está presente. Cada cable, cada silla, cada rincón está siendo preparado con amor, pensando en quienes más lo necesitan.

Esta labor forma parte del Proyecto Elenita Miranda, una iniciativa que honra la memoria y el legado de quienes creyeron en la educación como semilla de transformación. Bajo su nombre, tejemos espacios de ternura, aprendizaje y comunidad, donde cada niño pueda sentirse acompañado, valorado y capaz.

El Proyecto Elenita Miranda no es solo una acción: es una promesa. Una promesa de que ningún niño se quedará atrás por falta de recursos. Que cada tarea escolar será una oportunidad, no una barrera. Que cada tarde en este espacio será una experiencia de crecimiento, de juego, de esperanza.

Gracias a quienes creen que la educación transforma. A quienes donan, comparten, preguntan, se suman. Cada gesto cuenta. Cada palabra de aliento nos acerca a ese mundo más justo que soñamos.

Fundación Claraval no es solo un nombre: es un abrazo extendido, una luz encendida, una promesa cumplida.